Resumen: En un giro intrigante de los acontecimientos, Ryan Petersen, el fundador de Flexport, reapareció en una importante conferencia de la cadena de suministro en Phoenix el 13 de septiembre. Justo una semana antes, Petersen había destituido a Dave Clark, su sucesor designado y ex ejecutivo de Amazon, para recuperar el cargo de CEO en Flexport.
Lo que hizo que esta aparición fuera notable fue la presencia de Dave Clark en la misma conferencia, sentado a unas pocas filas de distancia de Petersen. Antes de este evento, Petersen había criticado públicamente a Clark, acusándolo de expandir secretamente la fuerza laboral de la empresa y tomar decisiones de arrendamiento sin consultar a Petersen ni a la junta directiva. Petersen incluso tuiteó: «Plan Estratégico, Día 1: Tomar decisiones mejores«.
Curiosamente, durante su aparición en la conferencia, Petersen cambió de tono. Expresó la creencia de que, en retrospectiva, recontratar a Clark podría haber sido una decisión acertada, citando el progreso que Flexport había logrado bajo el liderazgo de Clark. Petersen incluso elogió a Clark por orquestar la compra de Deliverr a Shopify por 1.300 millones de dólares, un movimiento destinado a mejorar las capacidades de entrega de última milla de la empresa.
Este mensaje mixto subraya la perplejidad que rodea a la repentina salida de Clark y los desafíos más amplios que enfrenta Flexport. Valorada en 8.000 millones de dólares a principios de 2022, la empresa debe navegar el delicado equilibrio entre operar como una startup de Silicon Valley y lidiar con incertidumbres económicas y limitaciones en la cadena de suministro.
La información proporcionada se basa en conversaciones con personas cercanas a Clark y Petersen, quienes han optado por permanecer en el anonimato. Sus perspectivas están respaldadas por documentos internos y comunicaciones.
Petersen ha acusado públicamente a Clark de gastar en exceso, contratar en exceso y hacer promesas excesivas, alegando una mala gestión de las finanzas de la empresa y una expansión ambiciosa en la provisión de herramientas de cadena de suministro de extremo a extremo para pequeñas y medianas empresas sin una supervisión adecuada. Sin embargo, documentos y fuentes vinculados a Clark refutan estas afirmaciones, sugiriendo que Clark colaboró estrechamente con la junta directiva y Petersen en decisiones que Flexport ahora cuestiona. Esto plantea dudas sobre si la narrativa de mala gestión financiera se construyó para justificar la salida de Clark.
Un portavoz de Flexport niega estas afirmaciones, afirmando que el regreso de Petersen como CEO tenía como objetivo restaurar la cultura centrada en el cliente de la empresa y garantizar el crecimiento y la disciplina de costos.
Clark, conocido por su experiencia en logística adquirida en Amazon, inicialmente fue contratado para simplificar los procesos de facturación de Flexport y preparar la empresa para una posible salida a bolsa. Inicialmente, sirvieron como co-CEOs con Petersen haciendo la transición a presidente ejecutivo en marzo. Su colaboración se consideró complementaria, con Petersen centrado en las relaciones con los clientes y Clark en la ejecución.
Una de las principales iniciativas de Clark fue ayudar a Flexport a diversificarse en un proveedor de servicios de logística integral para sus clientes, comenzando con la adquisición de Deliverr a Shopify. Las habilidades de negociación de Clark aseguraron financiamiento adicional de Shopify, potencialmente facilitando el camino de Flexport hacia una IPO.
Las tensiones aumentaron cuando Petersen hizo una declaración críptica en un evento, insinuando futuros desarrollos relacionados con la logística de última milla. Esto planteó preocupaciones sobre la divulgación de información material no pública, causando alarma entre Clark y los ejecutivos de Flexport.
La permanencia de Clark como único CEO fue breve, ya que fue destituido poco después de la segunda reunión trimestral de la junta directiva. Surgieron desacuerdos sobre las previsiones financieras, con Clark abogando por proyecciones más conservadoras debido a las cambiantes condiciones del mercado. La situación se agravó cuando un alto ejecutivo de finanzas fue etiquetado como informante, compartiendo preocupaciones sobre la precisión de los datos financieros presentados. Sin embargo, no se encontraron acciones de informantes sustentadas ni irregularidades financieras, según documentos y fuentes. Flexport niega la existencia de un informante y refuta las acusaciones de mala conducta financiera.
Después de la partida de Clark, el consejo legal de Clark envió una carta de cese y desista a Flexport, disputando las afirmaciones del informante y otras acusaciones. Clark rechazó una oferta de acciones a cambio de un acuerdo de separación y expresó públicamente su decepción por su tiempo en la empresa y el trato a su antiguo equipo en Flexport.
Flexport enfrenta desafíos, incluida la rotación de personal y la competencia de Amazon, donde Clark trabajó anteriormente. La empresa experimentó cambios en su liderazgo, incluida la destitución de su director financiero, y anticipa más despidos después de reducir su fuerza laboral en enero.
Flexport también compite con Amazon, que lanzó un servicio similar de cadena de suministro poco después del evento de lanzamiento de Flexport. Flexport había planeado participar en el evento de Amazon, pero aparentemente se le negó debido a conflictos competitivos.
En resumen, el repentino cambio de CEO en Flexport y los desafíos subsiguientes revelan una situación compleja. Mensajes contradictorios, disputas financieras y la presión competitiva de Amazon han dejado a Flexport en un estado de incertidumbre mientras navega en la industria de la logística en constante evolución.